Una
de las cosas que define la condición de un artista, sea en el ámbito que sea,
es su capacidad de reinventarse y de proponer y ofrecer cosas distintas en vez
de seguir exprimiendo la fórmula que inicialmente puede haberle resultado
exitosa. Naturalmente, ese camino, aparte de ser más difícil, presenta riesgos que
es necesario asumir y frente a los cuales nada puede hacerse. Puede que el
cambio no guste al público o la crítica y ante eso se está expuesto sin más.
Salir constantemente de la zona de confort y hacer lo que la pulsión autoral
mande es lo que define el irreprimible instinto creativo de un artista. Y en PUNKORA
eso está, estará siempre y no hay nada que los miembros de la banda puedan
hacer al respecto. Se les nota.
Luego
de cuatro años desde su último disco (“LA MENTIRA”, 2011), y algunos problemas
con la internación de las copias en vinilo, finalmente aparece “CONTRA EL
SUELO”, disco que se presenta como la continuación en la ostensible maduración
del sonido de la banda experimentado en la placa anterior. Y es que luego de
más de quince años de trayectoria y ya varios discos bajo el brazo, PUNKORA es
un nombre que hace ya algunos años se erige como potencial posta de los grandes
nombres de la escena local y con este disco viene a confirmar sus credenciales.
Sin embargo, como se decía, lo que define el verdadero proceso de hacer arte es
siempre reinventar y actuar de acuerdo al impulso creador, definido por las
muchas cosas que inciden en el ánimo y la existencia de una persona, en vez de
quedarse siempre en la fórmula exitosa. “LA MENTIRA”, una joya de disco, era la
fórmula exitosa. Y la banda no la reproduce. Por lo mismo, “CONTRA EL SUELO” es
un disco diferente.
En
menos de media hora, la banda hace una suerte de paneo de todo su registro
sonoro en términos de bases rítmicas y juegos de guitarra, y de ahí emanan
canciones que suenan al PUNKORA de “LA MENTIRA” y se muestran como más
convencionales. En ese grupo caben “Tus pesadillas”, canción que abre el disco,
“Primero de Mayo”, en que las convicciones políticas de la banda quedan
plasmadas de manera clara, “Normal” o “Será el mundo”. Ahí puede verse la
esencia de lo que ha mostrado la banda como su sonido característico, tal vez
incluso mejorado tanto en la calidad interpretativa como en la producción del
disco mismo, mejoras propias y naturales del paso del tiempo. Sin embargo, hay
otras piezas como “La Trampa”, “Sin camino” o “Nada”, con una brillante
participación de Kamion de FALTAN MONEYS, que si bien suenan en clave de punk
rock, aportan con pequeñas variaciones, sutilezas incluso, que aportan en
oscuridad, en suciedad, en un halo muy sutil que viene a enturbiar las cosas. Y
no es que sea algo negativo, es solo que “LA MENTIRA” es un disco pulcro y
parejo, redondo de principio a fin, lo que podría interpretarse tanto como un
trabajo compacto, pero del que, por ejemplo, podría decirse que carece de
matices. Misma cosa, pero a la inversa, ocurre con “CONTRA EL SUELO”: algunos
podrían indicar que hay una suerte de dispersión, por distintos factores, que
le quita solidez al disco, que esas variaciones y aditivos funcionan como
elementos disociadores más que otra cosa, pero también podría decirse que es
una nueva vuelta de tuerca en el sonido de la banda, más complejo, más oscuro y
con una visión todavía más pesimista de las cosas, que, considerando cómo está
actualmente el mundo, no habría de sorprender a nadie. Finalmente, es un asunto
de opinión y gustos, pero lo que queda claro es que la banda optó por no
repetir la fórmula exitosa de su placa anterior y buscó algo distinto. Y al
igual que en “LA MENTIRA”, en este trabajo hay una canción que se desmarca de
las demás por lo memorable de su factura. “El último salto” está inspirada en
la historia real de dos personas que, en el ocaso de sus vidas, y agobiados por
las deudas con aquellos que tienen todo pero para quienes nunca es suficiente,
decidieron subir a la azotea del edificio en que vivían y saltar largándose de
la vida. La temática, que no podría ser más contingente, sumado a un tempo
contenido y machacante, van fundiéndose y creciendo a medida que la historia se
desenvuelve y la rabia se hace presente. Finalmente, en el tercio final, y bajo
los versos del mantra insultante y horroroso de los tiempos que corren, “los
asesinatos del sistema, los que no le importan a nadie”, repetidos solo sobre
la línea de bajo y la batería, la canción aumenta en potencia y furia hasta
concluir en su clímax. Sin lugar a dudas, un himno para la generación que vive
y sufre la crisis del capitalismo y uno de los más altos momentos del disco.
“CONTRA
EL SUELO” es un disco distinto. No solo a “LA MENTIRA” sino a todo lo que
PUNKORA ha hecho antes. Ya nada queda de esa banda de muchachos desenfadados
que hacían ruido con canciones pegajosas y algo insolentes. Hoy estamos ante el
trabajo de cuatro tipos hechos y derechos, plantados en la vida, con mucha
menos fe, menos optimismo, más cicatrices en el cuerpo, aunque con unas
convicciones intactas y las cosas todavía más claras. Por lo mismo, a estas
alturas, no están para hacer nada más que lo que les salga del corazón al
momento de hacer música. “CONTRA EL SUELO” puede agradar más o menos que “LA
MENTIRA”, como se señalaba antes, es cosa de opinión y gustos, pero siempre se
agradece que los artistas se sigan reinventando porque esa es la principal
forma de rebelión y renovación: aquella que se hace sobre uno mismo.
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